Por: Patricia Ríos, docente de la Institución Educativa CNI.
El filósofo griego Platón conocedor de temas educativos, allá por el siglo V a. C afirmaba una idea muy interesante para tener en cuenta: «Cualquier hombre es capaz de tener hijos, pero no cualquiera es capaz de educarlos». ¿Realmente creen que tenía o tiene razón al respecto?
Parafraseando a Platón, se entendería entonces que para ser realmente padres y no morir en el intento, no solamente hay que querer tener hijos por tener como si fueran objetos o cosas que se compran o se obtienen, sino hay que PODER tenerlos y sobre todo SABER educarlos.
Hablando de ese poder ¿Qué significado tiene? La palabra «Poder» según la RAE tiene múltiples significados según el contexto. Uno de los significados que rescatamos es: tener facilidad, tiempo o lugar para hacer algo. Entonces tratando de entender esta idea de poder ser padres, ello implicaría varios puntos que hoy en día como sociedad no tenemos en cuenta muchas veces.
A continuación, mencionaremos algunos poderes que desde mi humilde observación creería que necesitaríamos considerar:
-El poder mantenerlos económicamente.
-El poder brindarles una alimentación saludable.
-El poder criarlos en un hogar seguro y cariñoso.
-El poder y saber orientarlos con valores y principios. Un reto mayor.
-El poder darles uno de los bienes más preciados en la actualidad: TIEMPO. Tiempo para conversar en familia -sin celulares que interrumpan y entorpezcan un momento tan importante, tiempo para reír, tiempo para leer juntos, tiempo para jugar, tiempo para aprender juntos. En fin, la lista es interminable.
-El saber y poder corregir con inteligencia emocional, empatía y asertividad.
Ante lo mencionado creo que para ser buenos padres ameritaría prepararse y SER padres por vocación, no por ocasión o por una grave situación o por falta de planificación.
Ser padre es una tarea titánica y maravillosa para toda la vida. Entonces ¿Tenemos el perfil y las condiciones para ser papá/mamá? ¿Estamos capacitados para serlo genuinamente? Si es así, bienvenido sea, si no es así mejor pensarlo dos veces.
Desde mi labor pedagógica como docente con más de diez años de experiencia trabajando con adolescentes entre 12 y 16 años de edad, en colegios públicos y también en colegios privados en nuestra ciudad, observo lamentablemente que un buen porcentaje de padres de familia se contradice con ese maravilloso rol de ser padre/madre, “responsable de la crianza, de la primera educación».
Pocos son los padres comprometidos con la educación de sus hijos en relación a la Escuela. No hay un control de las tareas y deberes de sus hijos, pocos son los padres que asisten a la Escuela de padres, otros solo van solo a fin de año a recoger la boleta de información y nada más. ¿Qué hacemos ante esta nueva realidad? ¿Qué puede/debe hacer el Estado, el MINEDU, los docentes, los padres?
Finalmente, creo firmemente que la mejor herencia de los padres a sus hijos es la educación, también un poco de tiempo cada día y sobre todo tener como consigna educarlos como se debe para que puedan enfrentar la vida con coraje, con honor, con honestidad. Los niños y jóvenes son y serán el presente y el futuro, la esperanza de nuestra región, de nuestro país y del mundo. Deben ser los generadores y protagonistas de un gran cambio social y cultural prometedor. ¡Carpent tua poma nepotes!