*Adultos junto a madres jóvenes y sus hijos, asisten a la Parroquia “Santo Cristo de Bagazán” a recibir un plato de comida.
Al Padre Walker Dávila, no le gusta la publicidad. Prefiere tener perfil bajo y hacer mucha obra social que beneficie a uno de los sectores vulnerables de la ciudad como son los adultos mayores y madres que han sido progenitoras antes de que puedan haber concluido con algún estudio que las lleve a salir de la pobreza que las abruma.
Los días lunes, miércoles y viernes, hay decenas de adultos mayores, convertidos nuevamente en papás, porque alimentan a más de 4 nietos dejados por sus padres por diversas circunstancias de la vida. Ellos con paso lento y canas en su cabeza por el paso de los años; buscan desde antes del mediodía un espacio en el frontis de la parroquia “Santo Cristo de Bagazán”, para contar con una porción de comida.
Madres jóvenes asisten con sus pequeños hijos a recibir un plato de comida, se mezclan con los adultos mayores.
Mientras esperan que la hora corra hacia el mediodía, inician largas charlas que los llevan a sonreír o mostrarse tristes. Casi como que han formado un grupo de amigos donde inter diariamente se cuentan cosas de la vida, todo esto mientras al interior de la casa parroquial, 6 colabores preparan el potaje del día. Ayer fue aguadito de pollo.
Deolicia, es como la coordinadora de que todo esté a su hora y de que alcance para los más de 270 comensales. Ella apoya dicha parroquia por más de 20 años.
Colaboradores de la parroquia “Santo Cristo” son los que preparan el almuerzo para los adultos mayores.
“Algunos comen por acá, otros adultos mayores llevan a sus casas donde los esperan sus nietos a quienes crían. Antes venían personas que gustaban de ingerir estupefacientes, pero después de la pandemia ya no se les ve, más vienen adultos y madres adolescentes, madres solteras.
Los agentes pastorales, familias de buen corazón y amigos del padre Walker, son los que apoyan para que todo esto se pueda brindar a los adultos mayores. A veces ya se acaban los productos, pero por obra de Dios aparece alguien a donar productos, eso nos hace feliz y es de admirar que ocurra de esa manera. Nadie paga ni un céntimo por la comida” refirió la coordinadora.
Reconocimiento para el Padre Walker, que Dios le dé muchos años de salud.