*Expresó el Obispo de Iquitos Mons. Miguel Ángel Cadenas Cardo, en el marco de la VIII Jornada Mundial de los Pobres.
“Señora, señora, puede darme otro poquito de comida para llevarle a mi mamá que está enferma en mi casa”. Le dice una pequeña a la señora que les alcanzaba un plato de comida ayer en el frontis de la parroquia Santo Cristo de Bagazán. Ella de forma amorosa le responde que sí, que para todos hay.
Una niña le pedía más comida a la agente pastoral, para llevarle a su mamá que estaba enferma en su casa.
Ese pedido que estruja el corazón a cualquier persona, fue lo que luego escuchamos decir al Obispo Cadenas Cardo. “Lo que llama la atención es que haya niños que tengan que pedir comida, por desinterés de las instituciones”. Al Monseñor, quien estuvo degustando el almuerzo al lado de los pobres, se le consultó sobre la VIII Jornada Mundial.
Agentes pastorales estuvieron desde las 5 de la madrugada preparando el almuerzo para los pobres. El menú fue arroz con un delicioso picante de pollo, preparado en inmensas ollas.
“Es fruto de nuestra fe en Jesús. Jesús caminaba con la gente pobre y humilde y nos pide que nosotros también hagamos lo mismo. Lo que llama la atención es el desinterés de las instituciones en la gente humilde y que haya hambre. Lo que llama la atención es que los niños tengan que pedir comida.
Yo creo que se necesitan políticas públicas que permitan precisamente que los pobres puedan vivir con dignidad. A mi lado, está una señora que necesita una operación de la vista y no tiene. El SIS y otro tipo de instituciones del Estado deberían resolver estos problemas para que la vida de las personas sea una vida digna.
Obispo de Iquitos Miguel Ángel Cadenas Cardo, estuvo degustando el potaje al lado de muchos pobres. El monseñor almorzó al lado de una señora que le contaba que no tenía para operarse y que estaba perdiendo la vista.
Los pobres siempre estarán en el corazón de la Iglesia y para acercarnos a Jesús tenemos que estar al lado de ellos. El Papa también está participando de la VIII Jornada, ha almorzado con 1,300 personas que están en situación precaria. Con esto la Iglesia quiere llamar la atención para que las políticas públicas tengan en cuenta estas situaciones y traten de solucionarlas” habló el Monseñor.
En Iquitos existe una especie de auge económico, pero a la vuelta de la esquina uno se encuentra con mucha pobreza…
-El mayor problema que tenemos, no solo en Iquitos, sino en toda América Latina, es que las desigualdades sociales están aumentando y a partir de la pandemia, han aumentado estas desigualdades.
Los muy ricos son cada vez más ricos y los muy pobres, son cada vez más pobres, esto es absolutamente injusto y son sociedades extremadamente violentas. Que una persona no pueda vivir dignamente, es una violencia estructural contra los pobres que tenemos que solucionar.
Por otro lado, Walker Dávila, párroco de la Parroquia Santo Cristo de Bagazán, expresó en torno a la actividad, lo siguiente:
“Para llegar a esto es un trabajo de casi un año. Para sentirnos conscientes porque los agentes pastorales también son seres humanos, pertenecen a una familia y un domingo siempre es resguardado para la familia, pero salir de ese entorno para cocinar y servir a otros, es todo un proceso de conversión.
Padre Walker Dávila, gestor del almuerzo al lado de los agentes pastorales, también degustó el potaje preparado en el marco de la VIII Jornada mundial de los pobres.
Hoy (ayer) es el resultado y me alegro de ver el trabajo que se hace para los demás. Jesús está alegre porque hacemos un poco la realidad del evangelio. Le agradecemos a Dios porque nos permite romper nuestro egoísmo y atender al prójimo” concluyó. (Luz Marina Herrera Lama).